El jueves 9 de marzo, en el Auditorio del Parque Tecnológico del LATU, tuvo lugar la presentación de un nuevo espacio de trabajo de la cadena que busca definir objetivos comunes, racionalizar recursos y hacerla más competitiva en el mundo.
En un escenario de nuevos desafíos y oportunidades, donde la incorporación de conocimiento científico aplicado y nuevas técnicas de producción se ha vuelto clave, esta articulación surge de la necesidad de dotar al sector lechero de un instrumento que reúna al sector público y privado en un ámbito donde se acuerden prioridades de investigación, innovación, desarrollo, formación de recursos humanos y difusión de tecnologías a lo largo de la cadena de valor.
La Red Tecnológica de la Cadena Láctea (RTCL) está integrada por Conaprole, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), el Instituto Nacional de la Leche (Inale), Latitud – Fundación LATU y la Universidad de la República (Udelar).
La dinámica de trabajo de la Red priorizará proyectos de largo plazo a nivel de sistemas de producción y cadena de valor. De esta forma, se busca que los actores del sector lechero trabajen de manera conectada para lograr un cambio cultural con el fin de maximizar los recursos y las oportunidades, mejorando su competitividad a nivel internacional y profundizando en el desarrollo de una intensificación productiva sostenible.
El evento dio inicio con la oratoria del Ing. Ruperto Long, presidente del LATU, quien destacó como principal valor de la Red su carácter integrador de los distintos eslabones de la cadena, así como la capacidad de trabajo en equipo entre distintas instituciones y su continuidad en el tiempo, al ser una asociación que surgió hace casi 10 años y ha logrado consolidarse hasta la actualidad, con miras a continuar fortaleciéndose.
El Dr. Pablo Chilibroste, coordinador de la RTCL, fue el encargado de presentar su hoja de ruta, haciendo énfasis en que, además de su componente de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), hay una gran importancia dada a la formación de capital humano, tanto a nivel académico como técnico. El uso eficiente de los recursos se plantea en forma transversal en la hoja de ruta de la Red, y en tal sentido se expuso su intención de funcionar como catalizador para definir en forma conjunta las necesidades de capital humano del sector, y así direccionar recursos según objetivos consensuados que redunden en el beneficio de toda la cadena, algo novedoso para la lechería nacional.
Chilibroste explicó que se trata de un compromiso por actuar juntos en la resolución de problemas complejos, que requieren de múltiples disciplinas y aportes. A respecto del carácter multidimensional de sus intervenciones, el investigador de la Udelar afirmó que “cualquier trabajo que enfoque la Red va a tener una dimensión productiva, una dimensión económica, una dimensión ambiental, y donde generemos las capacidades para ello también una dimensión social, porque ese es el diferencial: trabajar a nivel de sistemas de producción, trabajar en proyectos de largo plazo y dar una respuesta integrada”. En ese sentido, una de las oportunidades más relevantes recae en la búsqueda por lograr una producción lechera más sostenible, que abre una ventana para innovar con nuevas tecnologías de la información y la comunicación, al encontrar su mayor desafío en la obtención de información constante sobre la actividad productiva para aprender sobre ella, y así tomar decisiones con datos relevados en tiempo real que permitan profundizar su competitividad con un impacto positivo.
Tras ello, el presidente de Conaprole, Gabriel Fernández, reafirmó el valor de que “distintas instituciones aprovechen los recursos para hacer un trabajo que genere conocimiento y, por ende, cambio en la vida cotidiana de las personas que están involucradas en esa área”. Asimismo, apuntó a la necesidad de contar con esta herramienta para mejorar la inserción de la lechería uruguaya en el mundo.
El titular del Inale, el Ing. Agr. Juan Daniel Vago, señaló que su instituto cuenta con un plan estratégico para el sector con proyección a 15 años, para el que la Red es fundamental por su trabajo en el sector primario, la industria y la sostenibilidad ambiental. En tanto, el Ing. Agr. José Bonica, presidente del INIA, remarcó el rol que cumple la RTCL al afianzar el círculo virtuoso entre generación de conocimiento y recursos, algo fundamental para el sector.
En representación de la Udelar, el rector de la institución, el Lic. Rodrigo Arim, valoró la renovación del compromiso de la Red para dialogar entre los distintos actores que la componen y generar demandas cruzadas, aprovechando recursos en forma coordinada. En su alocución, Arim reivindicó que se esté consolidando “una plataforma estable para la generación de conocimiento autóctono, conectado con el mundo y adecuado a las necesidades nacionales”.
La actividad finalizó con palabras del subsecretario de Ganadería, Agricultura y Pesca, el Ing. Agr. Juan Ignacio Buffa, quien sostuvo que “la Red Tecnológica es la invitación a tener una mirada de mediano y largo plazo para afrontar los desafíos de hoy, pero también los que se nos vienen”. En la misma línea, el jerarca hizo hincapié en tres fortalezas diferenciales de la RTCL: la conformación de un grupo diverso, que conjuga distintas miradas; la ambición para tener una mirada sistémica, que trabaje conectando las diferentes dimensiones de la producción lechera; y el esfuerzo de acumulación que implica en tanto sucesora de la Red Tecnológica Sectorial, que precedió a la Red Tecnológica actual, con ajustes y mejoras que tienen su origen en los aprendizajes de esa experiencia.
El origen de la Red
La Red tiene su antecedente inmediato en un proyecto de 2015, denominado “Sistemas de producción de leche competitivos, sostenibles y simples: el desafío de la lechería uruguaya”, que contó con el apoyo de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII). Allí, a partir del análisis conjunto de las limitantes del sector primario, se trabajó en buscar la generación, y posterior difusión, de alternativas tecnológicas para mejorar la eficiencia de producción y facilitar el manejo de los predios lecheros.
Con este proyecto, nació la Red Tecnológica Sectorial, que puso en el centro la investigación aplicada bajo un modelo de trabajo integrado para resolver una de las preguntas centrales de la industria láctea: hasta qué punto se puede profundizar el proceso de intensificación, con buenos resultados bioeconómicos, en equilibrio con el ambiente y con el capital humano.

















